Desde hace algunos meses viajo constantemente entre las ciudades de Tegucigalpa  y San Pedro Sula, 
En un viaje de regreso comitĂ© el error de salir sin percatarme que deje las llaves de mi apartamento, hasta cuando ya encontraba frente a mi portĂ³n en una calle  completamente oscura y solitaria.
Luego de esperar un par de horas a que algun vecino escuchara el portĂ³n sonar, ya sin Ă©xito de ingresar a mi vivienda y con algo de hambre, decido ir a un establecimiento  de Pronto, 
En este lugar disfrute de la amabilidad  de Jennifer  y de Don Saturnino  dos personas  que laboran ahĂ, ellos al verme que luego de haber consumido ya hace un par de horas y estar leyendo un libro que reciĂ©n adquirĂ "Vivencias del Padre Medina" aun no me marchaba, se preguntaron por que estaba solo a altas horas de la noche.
Les explique  mi situaciĂ³n y no tuvieron molestias en dejarme estar ahĂ, claramente respetando los normas que el establecimiento tiene. 
Me siento muy contento de haber recibo la ayuda de estas dos personas, su alegrĂa y entusiasmo hicieron de esta noche de desvelo, muy activa e inolvidable.
Ya a eso de las 5:30 am me dieron el espacio para cambiarme porque debĂa  ir a trabajar.
Mis llaves estĂ¡n viajando en un bus, Pronto podre entrar a mi casa y alistarme para mi prĂ³ximo viaje.
El establecimiento Pronto nos recuerda que cada sitio cuenta una historia y llevaremos A Pincel para mostrarla al mundo
 
 
   
   
   
   
 
 
0 Comentarios